Patrimonio Intangible Primordial de Gualaceo
POR: FRANCISCO LOJANO
La fiesta es diversión y esparcimiento, además es una ocasión social en la que la unidad grupal y la identidad se reafirman y fortalecen”1. En la milenaria llakta (nación andina) de los Cañaris a la celebración del Carnaval se le da la característica de “fiestas y tradiciones”. Aunque es importante reconocer que esta “fiesta” invierte valores, jerarquías, reglas, órdenes políticos y morales establecidos. Esta conclusión acepta que esta celebración andina es diferente a la celebración civilizadora y evangelizadora que se implantó en las comunidades primordiales de “América”.
Desde la interculturalidad, el carnaval es la fiesta que se define bien en todos los conceptos no andinos, acción en la que se puede encontrar, aquello que es subversivo porque no está abalizado por el poder político ni bendecido por el poder eclesial.
Nos toca a los llaktayuk (hijos de la nación andina), en esta época en la que se reconoce de la “diversidad cultural” o la plurinacionalidad, presentar la realidad de la celebración del Carnaval para que no sea vista únicamente como “fiesta” o “tradición”.
Desde el Sumak kawsay, entendido como “buen vivir”, quizá debido al predominio de esquemas e identidades castellanos que traduce literalmente el fundamento de las comunidades originarias en el Azuay, no es la única evidencia de lo que en realidad es el carnaval y su ritualidad. Sumak kawsay, al igual que todos los términos en la lengua de los humanos de los andes, siempre tiene un “plus” que invalida intentos de traducción literal en la lengua de Castilla.
Entonces el término Carnaval es una nominación intrusa, prostituida y artificial, lingüísticamente hablando, en la llakta. En el pensamiento andino el concepto Raymi es una ligera aproximación a la realidad semántica de fiesta castellana. Raymi es más que fiesta, inclusive más que pascua. La celebración de la comunidad no es fiesta es raymi.
El raymi por ser más que una “pascua” entre los andinos fue catalogado desde el principio de la conquista y colonización, como idolatría y por lo tanto por ser una práctica contraria los dogmas católico apostólico y romano debió ser extirpado como un tumor, con toda crueldad para que sirva de escarmiento para los demás.
Todo lo que se arrancaba del raymi fue reemplazado con las prácticas de fiesta, esta es una de las tantas razones por las que se dice que es una celebración profana sincrética, móvil, que depende de la celebración católica de la Cuaresma. “La fecha del carnaval depende de la Semana Santa, se celebra entre febrero y marzo que es el periodo de cambio estacional”2.
Yadira Cuesta y Juan Brito, al abordar el tema de “tiempo sagrado” mencionan que… “es puro y purifica, el tiempo profano está contaminado y contamina; en algunas culturas la contaminación por la experiencia del tiempo profano es irreversible, por lo que el creyente solo puede ser purificado mediante un nuevo nacimiento, el que desde luego tiene lugar en un tiempo ritual, por tanto puro y sagrado”.
No hay tiempo del raymi en los andes, porque existe un raymi del tiempo, en este caso, el tiempo de la comunión plena de la materialidad con su complemento espiritual o energético, de la reunión de la divinidad con su correspondiente humanidad, porque el tiempo tiene su virtud de sagrado pero con su plus, que se evidencia en el raymi.
“El raymi cañari está vinculado a los ciclos agrícolas de la chacra, tiempos de preparación de la tierra, siembra, florecimiento y cosecha, actividades relacionadas con épocas de lluvia, escampe, viento y verano. Los ciclos y tiempos del raymi se relacionan con las fases de la luna y el movimiento de los astros” 3
“El raymi exige a los runas una devoción y conducta adecuada, se evidencia en el “callpacta ricusum”, el sacrificio del cuy para mirar las “fuerzas” y “potencias”, “Callpay es fuerzas”, según Domingo de Santo Tomás, para Gonzáles Holguín es las fuerzas y el poder y las potencias del alma o cuerpo”4.
“Andrés Quindi, al reconocer al raymi como la Pascua andina, recupera la solemnidad, importancia y originalidad de la celebración cumbre de los cañaris, una realización con gran regocijo, banquetes, sacrificios, y ofrendas, porque el raymi es un mandato de las divinidades. Se ve como fiesta porque para los propósitos coloniales, los “indios” solamente se divierten; bailan, comen, y se emborrachan, es “pukllay”, un acto profano, diversión o juego, según Gonzáles Holguín”5
Lo que se llama carnaval, debe vivenciarse como Awka punzha raymi, porque simplemente no hay raymi prostituido y no se trata de un ritual de renacimiento, quizá se entienda mejor esto como el concepto de reiniciar y no rutina o costumbre y menos destrucción para renacer. El reinicio implica que cada raymi es el proceso del continuo perfeccionamiento. Proceso andino espiritual que se detuvo por la compleja vivencia sin testimonio de la religión católica de la evangelización.
Diego Gonzáles Holguín define a Raymi como “el mes de diciembre, y ciertas fiestas con cantos, y bailes de ese mes”6. La afirmación “ciertas” evidencia que son específicas y quizá menciona diciembre porque en este tiempo se hacia uno de los raymis más grandiosos en toda su expresión.
Joseph Arriaga, menciona: “Acabadas las confesiones en las fiestas solemnes, que suelen ser tres cada año”7. Este doctrinero extirpador de idolatrías reconoce la existencia de solamente tres raymi omitiendo uno quizá el fundamental.
Glauco Torres Fernández de Córdova dice que, “Raymi, llamado así por antonomasia, por la fiesta solemnísima del baile, precedida de ayuno. Era de grande esplendor, como una de las cuatro principales. Comenzaban con la luna con la música y bailes generales”8. Este sacerdote investigador, antropólogo y lingüista cuencano, amplia el contexto de la significación de la máxima celebración de las comunidades andinas. De estas características está revestido el Awka punzha raymi, pero con la específica identidad de los andes.
Andrés Quindi un docente cañari, recupera la realidad de “Raymi: Pascua”9. Este profesor de la llakta cañari de Cañar con su afirmación, seguramente, para el etnocéntrico pensamiento no indígena comete una profanación con darle característica de Pascua a la celebración del Awka punzha raymi que con elementos, métodos y procedimientos originarios es la máxima celebración en la comunidad andina cañari.
“Al raymi andino se le dio el significado de “fiesta” en el momento de la cristianización del raymi de los “naturales”. Urbano le ejemplifica con la escena dramática del inca Atawalpa capturado por los conquistadores españoles luego del rechazo del “Requerimiento”. El cambio se produce en el momento de la equivocada interpretación castellana de las acciones andinas…como desprecio y voluntad decidida a seguir manteniendo sus costumbres y prácticas religiosas”10. Esto se evidencia en la implantación de los procedimientos violentos de evangelización mediante el sistema de doctrinas y encomiendas colonizadoras. Este procedimiento califica a la espiritualidad andina como idolatría.
“Se descontextualiza el raymi, cuando se aplican las “estrategias” jesuíticas también gramáticas y diccionarios kichwa: Gonzales Holguín adapta e inventa con bastante ingenio una serie de palabras para traducir conceptos inexistentes en el quechua, una acción desde fuera, no reconoce el saber de los actores que están dentro, aunque el pensamiento local es insustituible según Burke”11.
Nos impusieron de varias formas y en diferentes tiempos y espacios, conceptos que no comprendemos hasta ahora, prácticas que están reñidas con la forma de vivir de acuerdo a la lógica natural: TAYTA CARNAVAL. No tuvimos y no tenemos tiempo todavía para repensar sobre lo que es Tayta Carnaval.
“Tayta según la Real Academia de la Lengua Española, RAE, tiene raíz latina tata, posee varias acepciones: Voz infantil para padre, dueño de una mancebía, trato para un anciano negro, dominador de una habilidad fol-klórica urbana, vulgarismo para jactancioso”12.
“Tayta es la sincrética expresión lingüística del latín tata y del vasco aita, evolución del protovascuence”13.
“Tayta Carnaval es un nombre impuesto por la conquista reemplazando el nombre aún desconocido, del apu de los cañaris quizá por despreocupación evangelizadora. Urbano plantea; “asimismo, era indispensable y urgente establecer las reglas que guiarán a los que asumían las tareas de difundir la doctrina Christiana entre los pueblos recién contactados”, la ocupación del Nuevo Mundo no fue solo para evangelizar, sino que estaban como prioridad fines económicos y políticos”14.
Realmente el Awka Punzha raymi cañari era un peligro permanente para la cimentación de la conquista y evangelización implantadas, un enorme peligro para los intereses de la nueva clase dominante que surgía en los andes. ¿Por qué?… “Las celebraciones andinas significaban “revertir procesos de civilización y cristianización, mencionar taki fue tabú, según Estenssoro. La evidencia es el “taquiongo” en 1565, visto como una revuelta mística contra la iglesia católica, según Duviols, o ensayo de un levantamiento militar para expulsar españoles y entronizar al inca”15.
“Awka punzha raymi y su ritual como una autoinmolación, y otros rituales andinos debían eliminarse, Polo de Ondegardo estratégicamente induce a los “caciques” y notables en el deber de revelar a los indios la inutilidad de estos rituales según Duviols” 16
“El raymi cañari, al estar vinculado a las montañas, es indestructible para la extirpación, la alternativa es desvincular, a los runas, de los rituales ligados a la naturaleza, buscar métodos que le arranquen del corazón esta celebración”17.
“Awka punzha es una celebración cañari con sistemas de rituales originales y similares con otras comunidades de América indígena, especialmente en el propósito de la ofrenda de la vida mediante sacrificios que tienen apariencia exterior de beligerancia. Un análisis histórico, posterior, del interior y exterior del raymi, relacionándole con la dinámica de los protagonistas en diferentes contextos espaciales y temporales, nos permitirá comprender y determinar procesos sociales desde la materialidad y la espiritualidad nativas”18
Gualaceo como parte de su patrimonio intangible es dueña de esta realidad expuesta, se debe promover actividades que permitan repensar el Kawsay comunitario, recoger conclusiones de los hijos que poco a poco ven alejarse, quizá para extinguirse, la espiritualidad primordial y su razón de celebrarse. Si no actuamos ahora será incompleto Kawsay sin el Sumak, adaptado a situaciones que son consecuencia de la conquista que continúa.
1.- Yadira Salomé Cuesta y Juan Carlos Brito R, Gualaceo: Historia viva del Jardín Azuayo, Primer Concurso Historia de los Cantones de la provincia del Azuay, catedra abierta de Historia de Cuenca y su Región. Universidad de Cuenca, Cuenca 2011, pag. 33.
2.- Y. Cuesta, J. Brito op. cit. pag.33.
3.- Lojano Saquipay, Francisco, La transformación del raymi del Awka punzha cañari en fiesta del Tayta Carnaval cristiano, en las parroquias Cumbe y Tarqui, Universidad Andina Simón Bolívar – Universidad de Cuenca, Cuenca, 2012,p. 7
4.- Lojano S, Francisco, Op.cit, p.8.
5.- Ibidem.
6.- Gonzales Holguín Diego, Vocabulario de la Lengua Qquichua, T.1, Corporación Editora Nacional, Quito, 1992,p. 315.
7.- Arriaga Pablo Joseph, La Extirpación de la idolatría en el Piru (1621), Centro de Estudios Regionales Andinos “Bartolomé de las Casas”, Cuzco, 1999,p.58.
8.- Fernández de Córdova, Glauco, Diccionario Kichwa – Castellano Yurakshimi – Runashimi T. 1, Casa de la Cultura Núcleo del Azuay, Cuenca 1982,p.237.
9.- Quindi Pichisaca, Andrés, Kichwa shimita yachashunchik, Chawawarki, Cañar, 2010, p.76.
10.- Lojano S. Op.cit, p.9.
11.- Ibidem.
12.- Lojano S, Francisco, Op.cit, p.12
13.- Arbesu Fernández, David, Phd, Natural de Oviedo – España. Director del Programa Universitario Augustana. USA, en conversatorio de Taita, CEDEI, Cuenca, junio de 2012.
14.- Lojano S, Op.cit, p.13
15.- Lojano S. Op.cit,p. 11
16.- Lojano S, Op.cit, p.11
17.- Ibidem.
18.- Lojano S, Op.cit, p.37